Educación y el CIPPEC buscarán las Escuelas Misioneras modelo

Esta mañana en el Salón Oval del Ministerio de Educación se rubricó el convenio de trabajo entre ambas instituciones con el objetivo de identificar buenas prácticas escolares en contextos adversos, estudiarlas para luego replicar estrategias similares en otros establecimientos educativos de la tierra colorada. El ministro de Educación Luis Jacobo y la Codirectora del Programa de Educación de CIPPEC Florencia Mezzadra, rubricaron el acta.
“Aprender de las escuelas parte de la hipótesis de que en el sistema educativo hay infinidad escuelas que enseñan bien y donde los chicos aprenden mucho, aún en contextos adversos o de vulnerabilidad social. Muchas de estas instituciones no están visibles y lo que nosotros queremos hacer es crear un modelo de identificación de esas escuelas y aprender de ellas”, explicó Mezzadra.
Asimismo añadió que se busca indagar sobre todas las actividades de las organizaciones escolares, la actividad de los docentes, los directivos, los alumnos y los padres. “El objetivo es crear mecanismos de aprendizaje mutuo entre las escuelas para ver cómo están logrando los objetivos y qué podemos aprender de ellas”, dijo.
Además sostuvo que a todo esto se suma la misión de revalorizar el saber docente y el liderazgo pedagógico en el sistema.
En tanto el Ministro contó que muchas veces se habla del “adecuado clima escolar” y este concepto que no es simple de desglosarlo, se da en varias escuelas de la provincia.
“Cuando uno entra en una escuela ya tiene esa sensación de un clima escolar adecuado. Cuando se habla de escuelas que enseñan bien yo hago una similitud con muchas de nuestras escuelas misioneras y justamente se suele dar en lugares adversos”, dijo. Añadió que esto cuenta con directivos activos, informados sobre todo lo que ocurre en su institución, con una relación con el barrio y su comunidad muy cercana, e incluso el trato entre él y sus docentes. Según Jacobo cuando este clima propicio se da en las escuelas hay estricta relación con buenos resultados en el proceso de enseñanza- aprendizaje.
La idea identificar estas escuelas, localizarlas, analizarlas, intercambiar experiencias positivas y ver cómo llegaron a cumplir sus metas, para luego transferir o mostrar a otras instituciones educativas.
“Una vez realizado el trabajo lo que buscamos es transferir los buenos hábitos educativos de una escuela a otra.
El desafío por delante
En relación al resultado de las pruebas PISA que ubicaron en forma negativa a los estudiantes argentinos en el ránking de asistencia a las escuelas, Jacobo sostuvo que hoy el desafío es motivar a los chicos para que se integren al sistema educativo.
“Estamos con un problema por resolver por delante y es que nuestros chicos no están motivados, en términos relativos a chicos de la misma edad de otros países, para asistir a la escuela. No están motivados de compartir el ambiente social escolar, ni para entrar en procesos de adquisición de conocimientos o saberes y en la buena escuela uno de los atributos es que convoca a los chicos a espacios donde estos van gustosos y con ganas. Me parece que a este proyecto le damos una perspectiva importante dentro de todas las cuestiones y estrategias que están en marcha para superar aquello que todavía nos hace falta.
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